Como es habitual, cada sábado en nuestro portal de Bandas Sonoras, dedicamos un espacio para hablar de esas películas de espías que tuvieron un importante éxito gracias a la franquicia de James Bond y al fenómeno de la Bondmanía. Aunque la obra de John Le Carré es diferente a la escrita por Ian Fleming, sus cintas eran en la época dorada del cine de espías, si trataron de competir con Bond a su estilo.El turno es ahora para la cinta ‘The Deadly Affair’ realizada en el año de 1966.
Ficha técnica
GB, 1966: Intérpretes: James Mason (Charles Dobbs), Simone Signoret (Elsa Fennan), Maximilian Schell (Dieter Frey), Harriet Andersson (Ann Dobbs), Harry Andrews (inspector Mendel)
Director: Sidney Lumet – Guion: Paul Dehn, basado en la novela de John Le Carré ‘Call For The Dead’
Su trama
El operador de inteligencia Charles Dobbs investiga a Samuel Fennan, funcionario del ministerio que tiene antecedentes de haber militado en filas del partido comunista. Luego, descubren el cuerpo de Fennan en su casa, ahorcado y con varias notas de suicidio dejadas a su esposa y a sus jefes. Dobbs cree que hay algo raro y, decide visitar a la viuda de Fennan en su casa. Y las sospechas se disparan cuando Dobbs accidentalmente atiende el teléfono de la casa y recibe una llamada de la operadora para despertar a Fennan a las 8.30 de ese mismo día. Si iba a suicidarse, ¿por qué dejaría encargada una llamada para despertarlo al día siguiente?
Antítesis de Bond
‘The Deadly Affair’ es la adaptación de la novela de John Le Carré de 1961. No sólo es el primer libro de Le Carré sino que es la carta de presentación de su personaje más famoso, George Smiley, un sobrio y cerebral operador de espionaje, y la antítesis de la visión heroica de James Bond que prosperaba en el género en aquella época. Debido a que en 1965 otra novela de Le Carré – ‘The Spy Who Came in from the Cold’, en donde Smiley tenía un papel muy secundario – ya había sido adaptada al cine y los derechos estaban en otras manos, los productores se vieron obligados a cambiar algunos nombres de la trama. Pero el Charles Dobbs de James Mason es el George Smiley que había imaginado Le Carré y, salvo un par de detalles, el resto de la obra se conserva intacta.
Crítica
Thriller muy lento con diálogos excesivos que se resuelve de la manera más obvia. El problema no pasa por el exceso de parlamentos, sino que los mismos son sobre cosas triviales y no sobre la intriga principal – el occiso, ¿se mató o lo asesinaron? -. Por ejemplo, la historia pierde muchísimo tiempo sobre la infidelidad / ninfomanía de la esposa de Dobbs / Smiley, el cual puede ser impotente u homosexual. Y el autor le dedica un gran tiempo a ese desarrollo dramático porque es el que sirve como excusa para meter con calzador al amante de la esposa de Smiley. No falta ser un genio para preguntarse qué hace Maximilian Schell en un papel tan chiquito en semejante película…
‘The Deadly Affair’
Hay poca investigación y demasiados vericuetos dramáticos que no le importan a nadie y, lo que es peor, cuando se resuelven sobre el final no obtienen el impacto que debería tener. James Mason como Charles Dobbs / George Smiley es anodino y dista de ser brillante, y uno termina suplicando que lo maten y dejen el protagónico al inspector Mendel que encarna Harry Andrews, que es mucho mas sagaz, valiente y pragmático que el aburrido héroe de turno.
Como thriller de la Guerra Fría, es competente sin ser sobresaliente. Toda la intriga se podría haber resumido en media hora y hubiera ganado eficiencia; pero el sobrecargado desarrollo del triángulo amoroso que encara Le Carré lastra el filme, y diluye la eficiencia de la trama, convirtiéndola en algo ok que no es memorable.