Sábados de espías: ‘The Spy Who Came in from the Cold’

Como es habitual, cada sábado en nuestro portal de Bandas Sonoras, dedicamos un espacio para hablar de esas películas de espías que tuvieron un importante éxito gracias a la franquicia de James Bond y el fenómenos de la Bondmanía. El turno es ahora para la cinta ‘The Spy Who Came in from the Cold’ realizada en el año de 1965, al igual que algunas de las obras de John Le Carré que veremos en los próximos sábados.

Ficha técnica

GB, 1965: Intérpretes : Richard Burton (Alec Leamas), Claire Bloom (Nan Perry), Oskar Werner (Fiedler), Sam Wanamaker (Peters), Rupert Davies (George Smiley), Cyril Cusack (Control), Peter van Eyck (Hans-Dieter Mundt)

Dirigida por Martin Ritt. Guion de Guy Trosper y Paul Dehn sobre la novela homónima de John Le Carre. Música de Sol Kaplan

 

‘The Spy Who Came in from the Cold’

Época de la Guerra Fría. Alec Leamas es el encargado de la inteligencia británica en Berlín, y se encuentra en medio de un operativo para recuperar a uno de sus espías tras la cortina de hierro. Pero la misión fracasa, gracias a las acciones del jefe del espionaje de Alemania Oriental Hans-Dieter Mundt, quien logra abortar la fuga. Las autoridades de la inteligencia inglesa, Control y George Smiley, citan a Leamas en Londres donde es reprendido y despedido de su cargo. Leamas entra en una espiral descendente de depresión, aceptando un trabajo como bibliotecario. No pasará mucho tiempo antes de que sea contactado por extraños personajes que dicen pertenecer a una agencia de noticias y desean documentar sus memorias. Viajando al continente, Leamas descubre que en realidad se tratan de espías de Alemania Oriental que han operado para que el agente británico deserte.

Bondmanía

En los sesentas se desató la fiebre del género de espías con toda la furia a causa de los filmes de James Bond y, fundamentalmente, ‘Goldfinger’. Inmediatamente los estudios de Hollywood salieron a vaciar las librerías, intentando acceder a los derechos sobre novelas del género, y produciendo una enorme camada de películas de espionaje.  James Bond es un espía de mundo, despiadado con los enemigos, y vive aventuras de fantasía, lo que los productores hallaron es que existían muy pocos autores que hubiera seguido ese patrón y que, por el contrario, perfilaban sus historias en el más dramático realismo. A su vez la Bondmanía pareció haber inspirado a dichos novelistas a seguir una fuerte corriente opositora; lo que se dice, la antítesis de 007.

 

La antítesis de 007

Entre esos autores anti Bond se encontraban los británicos Len Deighton (Harry Palmer) y John Le Carré, quien parece surgido de los mismos derroteros de Ian Fleming. Como el autor de James Bond, estudió en Eton, fue agente secreto del MI6 (aunque Le Carré sirvió a la inteligencia británica en plena Guerra Fría como agregado cultural en Alemania), y decidió aventurarse en el mundo de la literatura de género tras su paso por los servicios de inteligencia. Concretamente Le Carré no inventaría un héroe específico sino una especie de orquestador en las sombras, un cerebro estratégico que desarrollaría los planes más intricados del MI6 y que resultaría su personaje más conocido: George Smiley.

 

‘The Spy Who Came in from the Cold’

‘The Spy Who Came in from the Cold’ fue escrita en 1963, y rápidamente fue un suceso de crítica y público. Le Carré pinta un estilo estrictamente realista, amargo y despiadado del mundo del espionaje durante la Guerra Fría, en donde los servicios de inteligencia sovieticos y occidentales son idénticamente amorales y crueles en sus métodos. Con la fiebre del cine de espías, en 1965 llegó esta adaptación de la novela a la pantalla grande producida por capitales ingleses.

 

No fue una buena adaptación

Pero a pesar de lo aclamado del libro, la transcripción a la pantalla no es tan prolija como debiera ser. No es culpa del guion, que capta con fidelidad el espíritu de la novela, sino que la responsabilidad pasa por el director Martin Ritt y la actuación de Richard Burton. Ritt maneja tiempos realmente lentos en la primera mitad de la película, lo cual contribuye a crear el clima que la película necesita. Pero ni bien se produce la deserción de Leamas, se comienzan a disparar un montón de datos a la apurada que terminan por aturdir. Las secuencias entre Fiedler y Leamas están muy bien desarrolladas en cuanto a la interacción humana de los personajes, pero a la hora de explicitar los mecanismos de la trama son un desastre. 

 

Poco convencimiento

El otro lastre es la actuación de Richard Burton. La interpretación de Burton tiene todos los problemas de un actor de Shakespeare trasladado a un entorno absolutamente distinto y ajeno; por momentos sobreactúa, realiza largas pausas, grita estoicamente o cae en profundos y exagerados estados depresivos. En ningún momento vemos a Burton como un espía experimentado sino como un tipo absolutamente blando y débil – incluso cuando el filme saca a Leamas del abismo y lo mete de regreso a su juego -. Así mismo las escenas románticas con Claire Bloom están desarrolladas de una manera extremadamente torpe con lo cual es difícil creer que, a la posteriori, Leamas esté locamente enamorado por la chica.

 

Conclusión

El final es extremadamente cínico pero adecuado. El discurso final de Leamas es realmente muy bueno, pero la blanda actuación de Burton le quita impacto. Se puede concluir que se trata de un buen filme pero al cual le fallan un par de ingredientes esenciales que precisaban más cocción. Una aventura estrictamente realista y dramática en el mundo del espionaje de la Guerra Fría de los años 60. La trama es muy buena, pero algunas pifias de timing del director Ritt, la blanda interpretación de Richard Burton y un par de escenas mal orquestadas le quita brillo.

 

 

 

 

 

Fuente: SSSM