Sábados de espías: ‘La Espía que cayó del cielo’ (Fathom) (1967)

Nuestros sábados se han convertido en sábados de espías. Dedicamos un espacio para conocer todas esas películas y series de televisión, que de alguna manera se basaron en el personaje de James Bond. En la década de los sesenta, hubo un fenómeno llamado Bondmanía, que inundó las salas de cine y que hoy todavía se refleja. El turno es para la cinta de 1967, ‘Fathom’ o ‘La Espía que Cayó del Cielo’.

Ficha técnica

GB, 1967: Intérpretes: Raquel Welch (Fathom Harvill), Anthony Franciosa (Peter Merriwether), Ronald Fraser (coronel Douglas Campbell), Richard Briers (Timothy Webb), Greta Chi (Jo-May Soon), Clive Revill (Sergi Serapkin). Director: Leslie H. Martinson – Guion: Lorenzo Semple Jr., sobre la novela homónima de Larry Forrester.

Resumen

En primer lugar, Fathom Harvill es una atleta que pertenece al equipo norteamericano de salto de precisión en paracaídas, y se está en el sur de España participando en un torneo. Es contactada por el coronel Douglas Campbell, de la agencia de inteligencia británica, y que desea utilizar las virtudes de la chica para que aterrice en el interior de una mansión en la costa, en donde agentes enemigos ocultan un dispositivo nuclear conocido como el Dragón de Fuego. Pero al ingresar a la casa Fathom es seducida por Peter Merriwether, quien le informa que el Dragón de Fuego que ella busca en realidad se trata de una valiosa obra de arte china.

Pareja explosiva

También, la dupla que acabó con la versión para la pantalla grande de la serie Batman (1966), decidieron arruinar esta comedia con toques bondianos. Hablamos de Leslie H. Martinson un director que filma siempre igual, quien en compañía del escritor Lorenzo Semple Jr., quien luego de crear Batman, escribió algunas guiones destacables como ‘Papillón’, ‘The Parallax View’, ‘Three Days of the Condor’, ‘King Kong’ y ‘Never Say Never Again’.

Raquel Welch

La actriz norteamericana es la espía de turno, aunque se trata de una improvisada amateur reclutada al vuelo simplemente porque posee talentos deportivos útiles para la misión que le encomiendan, argumento que queda deshecho a los 5 minutos de comenzado el filme ya que cualquier individuo bípedo podría haber entrado a la mansión de Anthony Franciosa usando la puerta de entrada y sin necesidad de aterrizar con paracaídas en el techo.

Desperdicio

Todo el filme es un desperdicio de talento y dinero. Contrataron a Maurice Binder – el mismo de los filmes de 007 – para que inventara los créditos de inicio…, y se limitó a filmar a la Welch estirando y planchando un paracaídas durante 5 minutos. Los escenarios españoles son bellísimos, pero la cinta insiste en rodar casi todo en interiores, y con unos larguísimos parlamentos que no le interesan a nadie. Hay algunas persecuciones, las que aparecen cuando el espectador está a punto de entrar en coma por el aburrimiento, y son muy mal realizadas al igual que la intención de las mismas.

Sin pena

Quizás la intención del autor original de la novela fuera la de hacer un thriller con ribetes cómicos, mezcla de Intriga Internacional y Charada. El problema es que la puesta en escena es un bodrio. Los chistes son esporádicos y sin gracia, la trama se enreda tanto que apenas se entiende, y la Welch es incapaz de llevar adelante la película ella sola. Colin Revill es el único que intenta inyectarle algo de vida a este muerto cinematográfico, pero ni el acento raro ni sus manías sexuales logran dar en el blanco. Todo es pesado, largo, absurdo, sin gracia.

Conclusiones

En consecuencia, una seudo comedia de espías, con inocente involucrada en una intriga internacional. Lorenzo Semple Jr. se las apaña para arruinar cualquier posibilidad de generar algo interesante o medianamente cómico. Dinero quemado en una producción que desperdicia la hermosa costa española como escenario de fondo.

Fuente: SSSM y Alamy