‘Licence To Kill’: La despedida de Timothy Dalton como James Bond

'Licence To Kill': La despedida de Timothy Dalton como James Bond

Continuamos analizando las película de James Bond. Hoy el turno es para la cinta de 1989, ‘’Licence To Kill’’, la segunda película protagonizada por el actor británico Timothy Dalton. Rescatamos la crítica de este filme de Bond, gracias al esfuerzo realizado por la página argentina SSSM, portal especializado en el personaje de Ian Fleming. ‘Licence To Kill’: La despedida de Timothy Dalton como James Bond.

Ficha técnica

Gran Bretaña , 1989: Timothy Dalton (James Bond), Carey Lowell (Pam Bouvier), Robert Davi (Franz Sanchez), Talisa Soto (Lupe Lamora), Anthony Zerbe (Milton Crest), Frank McRae (Sharkey), Everett McGill (Killifer), Wayne Newton (Profesor Joe Butcher), Benicio del Toro (Darío), Anthony Starke (Truman-Lodge), Pedro Arméndariz Jr. (Presidente Héctor López), Desmond Llewelyn (Q), David Hedison (Felix Leiter), Priscilla Barnes (Della Churchill), Robert Brown (M), Caroline Bliss (Miss Moneypenny), Don Stroud (Heller), Grand L. Bush (Hawkins), Cary-Hiroyuki Tagawa (Kwang), Alexander Bracho (Pérez), Guy de Saint Cyr (Braun), Rafer Johnson (Mullens), Diana Lee-Hsu (Loti), Cynthia Fallon (Consuelo), Jeannine Bisignano (stripper)

Director: John Glen – Guión: Richard Maibaum y Michael G. Wilson – Diseño de producción: Peter Lamont – Fotografía: Alec Mills – Efectos especiales: John Richardson – Música: Michael Kamen – Vestuario: Jodie Tillen – Director artístico: Michael Lamont – Montaje: John Grover – Productores asociados: Tom Pevsner, Barbara Broccoli – Productores: Albert R. Broccoli y Michael G. Wilson

132 min, PG – 13, Color – estreno mundial en 06 / 1989 en el Odeon Leicester Square, Londres.

‘’Licence To Kill’’

Camino a la boda de Felix Leiter, el cortejo se ve interrumpido cuando llega la noticia del aterrizaje en suelo americano del lord de la droga Franz Sanchez. Bond, como padrino de la boda, decide acompañar a Leiter y consiguen capturar a Sánchez. Pero éste escapa y jura venganza, primero asesinando a la nueva esposa de Leiter, y después mutilando salvajemente al agente de la CIA. Cuando Bond se entera, comenzará un camino de venganza y destrucción en revancha de su amigo, involucrándose con Sánchez en el pequeño país de Isthmus como un agente renegado, y sembrando una red de discordia entre los aliados del poderoso criminal.

El Bond de Timothy Dalton

Ciertamente Dalton es un actor capaz, aunque le falta algo de brillo. No tiene el humor de Moore ni el carisma de Connery, y sus capacidades interpretativas son ampliamente superiores a Lazenby. Y si en The Living Daylights encontrábamos a un Bond híbrido, con Dalton sin asentarse bien en su papel, acá se encuentra más ajustado a su personalidad y capacidad. Incuestionablemente se puede afirmar que, de la era Dalton, es en este filme donde realmente brilla con luz propia como Bond. No posee encanto, es cierto, pero es un 007 frío y despiadado, una interpretación que no habíamos visto del personaje quizás desde Dr. No. ‘Licence To Kill’: La despedida de Timothy Dalton como James Bond.

El filme diferente

Mientras que en esta película Dalton se hace con el personaje, el problema viene con el resto de la producción. En la trama, personajes y escenarios en que se ve envuelto 007, que son atípicos para la serie. En primer lugar, es un film salvaje. Ninguna película de Bond hasta la fecha – incluyendo a Doctor No, que en su momento fue considerada violenta – es tan sangriento como éste. La muerte del amante de Lupe Lamora – arrancándole el corazón – , la violación y asesinato de la esposa de Leiter, la mutilación del agente de la CIA por tiburones, la muerte de Krest en la cámara de descompresión, y el final de Darío – el esbirro de Sánchez – son realmente estremecedoras.

Una película violenta

Es un nivel de violencia inusual para una película Bond; quizás lo hayamos visto en otros filmes – después de todo, el guion quiere retratar la crueldad de un capo criminal y en ese sentido sigue la misma línea de violencia gráfica de The Godfather que es el ejemplo típico. Comparemos el descubrimiento del mutilado Leiter por parte de Bond en su casa con cualquier escena tonta de Moonraker, y vean que tan shockeante es – para el público fan Bond – enfrentarse con esta película.

El casting

En segundo lugar, el casting. El filme está atestado de demasiados actores secundarios de la TV americana; demasiados intérpretes generalmente involucrados en películas baratas. Hubiera sido preferible un casting nuevo, con intérpretes menos quemados. Pero, mientras que la pétrea presencia de Don Stroud (con un horrible tupé), Everett McGill o la insólita aparición de Wayne Newton como un reverendo televisivo sólo aportan mediocridad, tanto Robert Davi como Anthony Zerbe se encuentran correctos. No descollan, pero cumplen con eficiencia sus roles. En especial Zerbe, en su papel de retorcido secuaz le da cierto brillo como para incomodar a la platea ante su presencia.

El argumento

En tercer lugar, el argumento. Es un filme Bond atípico, pero los caminos que desarrolla el agente secreto no son nuevos. Abandonar al Servicio Secreto por una vendetta personal, y mezclado con el asunto de la droga semeja a un mix entre Death Wish (el vengador anónimo de Charles Bronson) con la serie Miami Vice. En especial, del primero toma la violencia gráfica – las violaciones y muertes extremas que requieren una venganza igual o peor -, y del segundo todo el trasfondo del narcotráfico en ambientes chic (y con música pop de fondo). Y no sólo eso: al actuar como renegado, 007 se aleja de todas las rutinas, escenarios y fundamentalmente, del estilo y clasicismo que tienen los films de la serie.

Filme atípico

Se puede decir que Licence to Kill es un film Bond atípico. Poco tiene que ver con el resto de la serie: no hay gadgets (unos pocos), tampoco hay planes de dominación mundial, ni personajes propios de cómic. Por el contrario, y salvando escasas licencias, intenta mantenerse tan realista como es posible (al menos para un film Bond). 007 pelea con una mafia que existe en el mundo real, y que usa métodos mafiosos extremadamente violentos.

Realista?

Pero, si bien el filme intenta ser realista, no es exento de ciertos toques ridículos. La república de Isthmus está ciertamente dibujada sobre el perfil del Panamá de aquel entonces, con un General Noriega dirigiendo todo e involucrado en la droga. El problema es precisamente generar semejante país ficticio que choca con la realidad que la película intenta vender. Un país pequeño y bananero, donde el presidente Héctor López (Pedro Armendariz Jr, hijo del Kerim Bey de From Russia With Love) pasa a cobrar su cheque de soborno con todas las galas presidenciales. Con Lupe Lamora quedándose con la fortuna de Sánchez al final de la trama. Con ninjas atacando a Bond. O con el ridículo pastor televisivo Joe Butcher (José Carnicero) que vive en una pseudo fortaleza, carente de sentido salvo el de cumplir con la obligatoriedad de mostrar una instalación de alta tecnología para volar al final de la película.

Trama oscura

Pero en el otro extremo, está la falta de gadgets y de humor. Es realmente muy acotado, precisamente porque se hace hincapié en lo oscuro de la trama. La poca comedia que hay suena fuera de lugar. Y a falta de maravillosos artefactos (limitados a unos pocos), se reemplaza con un infrecuente protagonismo de Q como apoyo extra oficial al agente británico.

Los personajes

Siguiendo con otras aspectos, hay un jovencísimo Benicio del Toro en un personaje que sería memorablemente siniestro si le hubieran dado más tiempo en pantalla. Carey Lowell es una de las más hermosas (en todo sentido) mujeres Bond, a pesar de su estrabismo, y al igual que Maryam d´Abo en The Living Daylights, inicia una era de actrices que van a la par de 007, y no son meros elementos decorativos.

Producción

En los aspectos técnicos, Glen muestra desgaste. Siempre brilló en las persecuciones y efectos especiales, pero acá se ven algo lentos. La captura del avión de Sánchez en el teaser se ve demasiado larga, el escape del yate de Krest tampoco es muy brillante, y el final con los camiones super tanque cargados de combustible resulta demasiado obvio para dónde encara. Ver a una mole de 18 ruedas volcado de costado es impresionante, pero el resto de la persecución es casi rutinaria y sin demasiado nervio.

¿Es Licence to Kill un filme malo?

En absoluto. Tampoco es un filme brillante. Es un Bond serio, y provoca el mismo shock como para quienes siguieron la serie Moore y se toparon con una película como For Your Eyes Only en su momento. Es un 007 atípico, operando fuera del sistema. No fue un gran éxito, pero es injusto cargarle a sus espaldas la culpa de que la serie entrara en hibernación 6 años (hasta Goldeneye en 1995) (en realidad, Eon tenía problemas judiciales con los derechos televisivos, seguía peleando en tribunales con Kevin Mc Clory y United Artists entraba en quiebra).

La despedida de Timothy Dalton como James Bond

Un buen filme, aunque carece de la esencia que caracteriza a una película Bond. Demasiada violencia gráfica, casting mediocre (con excepciones), una banda sonora de Kamen que siempre entra a destiempo, y dirección cansada de Glen para las escenas de acción. Dalton destaca como un Bond despiadado (desde la época de Connery que no se veía así al personaje). Es un film respetable que merece volver a verse. Igual deja una sensación contradictoria. ‘Licence To Kill‘: La despedida de Timothy Dalton como James Bond.'Licence To Kill': La despedida de Timothy Dalton como James Bond

'Licence To Kill': La despedida de Timothy Dalton como James Bond

'Licence To Kill': La despedida de Timothy Dalton como James Bond

'Licence To Kill': La despedida de Timothy Dalton como James Bond

'Licence To Kill': La despedida de Timothy Dalton como James Bond

'Licence To Kill': La despedida de Timothy Dalton como James Bond

'Licence To Kill': La despedida de Timothy Dalton como James Bond