Este martes a partir de las 7:00 p.m. en nuestro canal de Bandas Sonoras, los invitamos para que nos acompañen en ‘Música en 35 m.m.’, el programa para conocer un poco más del sonido del cine, al lado de dos conocedores de la materia: Erica Acuña y Hugo Moya. Nuestro tema en Martes de música: la relación de Bernard Herrmann y Alfred Hitchcock.
Herrmann
Bernard fue un compositor norteamericano que se destacó en el género cinematográfico. Galardonado con un premio de la Academia a la mejor música de película dramática por su trabajo en ‘The Devil and Daniel Webster’ de 1941, es principalmente conocido por sus colaboraciones con Orson Welles en (Ciudadano Kane, La guerra de los mundos) y con Alfred Hitchcock, director con el que Herrmann cosechó la mayoría de sus grandes éxitos Pero… quién mató a Harry, El hombre que sabía demasiado, Falso culpable, Psicosis, Marine, Con la muerte en los talones y Vértigo.
En 1955 se produjo el comienzo de su afortunada relación profesional con el director Alfred Hitchcock, complementándose ambos a la perfección. Su colaboración con el director inglés se inició en Pero… ¿quién mató a Harry?, que dio como resultado algunas de las más alabadas partituras cinematográficas. Su condición de maníaco depresivo le hizo desarrollar hasta el límite su innovación musical, que alcanzó su punto culminante en el lirismo de Vértigo, en el fandango percusivo de Con la muerte en los talones o en la violencia de los violines que simulan cuchilladas sobre la piel en la clásica escena de la ducha en la película Psicosis.
Con ello, Herrmann ya mostraba un claro interés por conceptos de la vanguardia musical de la segunda mitad de siglo.
Hitchcock
Por su parte, el director inglés, nacionalizado estadounidense, fue pionero en muchas de las técnicas que caracterizan a los géneros cinematográficos del suspense y el thriller psicológico. Tras una exitosa carrera en el cine británico en películas mudas y en las primeras sonoras, que le llevó a ser considerado el mejor director de Inglaterra, Hitchcock se trasladó a Hollywood en 1939.
A lo largo de una carrera que duró más de medio siglo, Hitchcock configuró un estilo cinematográfico distintivo y muy reconocible. Fue innovador en el uso de la cámara para imitar la mirada de una persona, obligando de esta manera a los espectadores a participar de cierta forma de voyeurismo, empleaba encuadres para provocar ansiedad, miedo o empatía y desarrolló una novedosa forma de montaje fílmico.
Sus historias a menudo están protagonizadas por fugitivos de la ley y sus actrices protagonistas suelen ser de pelo rubio. Muchos de sus filmes presentan giros argumentales en el desenlace y tramas perturbadoras que se mueven en torno a la violencia, los asesinatos y el crimen. Con frecuencia, los misterios que articulan las tramas no son más que señuelos (Macguffin, como los llamó el propio director) que sirven para hacer avanzar la historia pero no tienen mayor importancia en el argumento.
Herrmann y Hitchcock
Dos grandes frente a frente: Alfred y Bernard que, incómodos, detestables o antipáticos para muchos de quienes trabajaban con ellos, encontraron sin embargo la horma de su zapato el uno el otro. La música de Herrmann no es que encaje en el metraje de Hitchcock, es que este parece vivir, respirar a través de la partitura. Sin duda una de las grandes maravillas de toda la historia del séptimo arte es su trabajo para Vértigo. Es por ello, que hablaremos esta noche de todos los trabajos que realizaron juntos. Síguenos en este enlace: https://www.facebook.com/bandassonorasco
Martes de música: la relación de Bernard Herrmann y Alfred Hitchcock.