Para los miles fans que tiene el personaje de James Bond, la banda sonora de «Al Servicio Secreto de Su Majestad» es la preferida por muchos y está catalogada como el mejor trabajo realizado por el compositor inglés John Barry para la saga Bond. En ‘Música en 35 mm’ hicimos el análisis de la música en compañía de Hugo Moya Arancibia, Pedro Mendoza y Gabriel García Higueras para ahondar en el estilo de Barry y las composiciones realizadas para la sexta película de la franquicia.
La cinta
Lo primero para resaltar, es que es el actor Sean Connery, quien en la década de los años sesenta era el actor que encarnaba al Bond original, renunció al personaje para esta cinta y llegó un modelo australiano llamado George Lazenby.
Quizás pensando en potenciar al nuevo protagonista, John Barry decidió componer para la secuencia de créditos iniciales una pieza instrumental con el mismo nombre de la película. Este tema se caracterizó por estar cargado de metales y percusión como era la regla de la época, sin embargo tuvo como gran novedad la incorporación de algunos toques de sintetizador y guitarra eléctrica. Esta melodía estuvo utilizada abundantemente en la parte final de la película para acompañar las secuencias de acción.
Implicaba el hecho del cambio de actor también. Cambios a nivel de la música. Entonces lo que se destaca de esta gran banda sonora, es la modernización del sonido para la serie.
«Hay una suerte de renovación orquestal que se aprecia ya desde el John Barry, cuando suena el tema de James Bond, se aprecia un sonido diferente, es un sonido más moderno, donde claramente se advierte el sintetizador, por ejemplo. Es uno de los instrumentos que van a acompañar una serie de los temas que suenan durante la película», argumenta Gabriel García Higueras.
La música
Sin embargo, John Barry también compuso junto a Al David una canción romántica que interpretó Louis Armstrong denominada “Tenemos Todo El Tiempo Del Mundo”. Este tema estuvo utilizado íntegramente para acompañar una sucesión de secuencias románticas entre James Bond y su novia Tracy Draco (Diana Rigg). Esta también ha sido la única vez en la historia musical de James Bond en que una canción es utilizada como música incidental para acompañar una secuencia.
Además, el compositor recordó que Armstrong estaba muy enfermo, pero grabó la canción en una sola toma.
La canción
Es una música impactante en general, diríamos que se caracteriza por su colorida orquestal. «Hay un montaje muy simpático, donde ellos aparecen montando a caballo, en un paseo en el campo, en la playa, en una joyería, y ahí suena el tema, interpretado por Louis Armstrong. Se dice que debido al carácter emotivo de este tema, era difícil colocarlo en los títulos de crédito, se usó dentro del propio film, y por eso Barry lo utilizó de diferentes maneras a lo largo de la película.
Esta puede ser una de las películas más infravaloradas de la serie, por el hecho, o tal vez puede ser un poco más desconocida, por el hecho de que fue hecha por George Lazenby, que era un modelo, no un actor, que renunció, pero si uno se pone a ver, es una de esas películas que fue muy fiel a la novela, que es muy bien hecha, o sea, para mí es una de mis favoritas, tiene como todos los elementos, no solamente en la música, en la actuación, la chica Bond es espectacular, o sea, tiene todo, es súper completa.» Afirma Gabriel García Higueras.
El tema principal
Barry optó por usar más instrumentos electrónicos y un sonido más agresivo en la música: «Tengo que clavar mi remo en el área musical con el doble de fuerza para que el público intente olvidar que no tienen a Sean…», manifestó el compositor.
Barry sintió que sería difícil componer un tema musical con el título «Al servicio secreto de Su Majestad» a menos que estuviera escrito de forma operística, al estilo de Gilbert and Sullivan. Leslie Bricusse había considerado la letra de la canción principal pero el director Peter Hunt permitió un tema de título instrumental en la tradición de las dos primeras películas de Bond. El tema se describió como «uno de los mejores títulos principales, un monstruo sin palabras con sintetizador Moog, apto para esquiar a una velocidad vertiginosa o bailar con el mismo abandono» había escrito Bob Stanley el 1 de agosto de 2008 en el artículo «Bond for glory» para la revista Times.
Un estilo diferente
Así lo argumenta Hugo Moya en el programa: «Entonces ahí Barry tiene que jugar con dos tipos, y ahí está lo que dice Gabriel, que pone un tema instrumental para los créditos iniciales, que yo también creo que no habría funcionado con la canción de Louis Armstrong, y después la canción completa, de hecho nunca había pasado, y nunca volvió a pasar, que una canción completa, cantada digamos, fuera parte de un montaje de una escena de una película, pudo haber sido diegético, otra cosa, pero como parte del libro, fue intencionada.
Y la banda se sostiene en eso, en muchas versiones del tema de los créditos principales, y las muchas versiones instrumentales del tema de amor, y algunos otros temas. Pero a pesar de eso, que podría ser un poco monotemático, la música funciona de mil maravillas, la incorporación de sintetizadores como la novedad del momento, estas películas del año 1969, y Jorge lo que tú dices es verdad, yo creo que el streaming, el video casero, de alguna manera ha ido reivindicando esta película, pero si tú revisas a veces estos documentales de películas de James Bond, no los de ahora, los anteriores, muchas veces incluso te omitía a George Lazenby.»
Disfruten del programa y del sonido de John Barry para la cinta «Al Servicio Secreto de Su Majestad».