‘Diamonds are Forever’, el regreso de Sean Connery a la saga

Continuamos analizando las película de James Bond. Hoy el turno es para la cinta de 1971, ‘Diamonds are Forever’, que permitió el regreso de Sean Connery a la saga por una vez más, luego de haber renunciado en 1967, cuando terminó ‘You Only Live Twice’, cansado, aburrido y sin vida privada por culpa del personaje, que se había convertido en todo un fenómeno mundial.

Ficha técnica

Gran Bretaña , 1971 : Sean Connery (James Bond), Jill St. John (Tiffany Case), Charles Gray (Ernst Stavro Blofeld), Lana Wood (Plenty O’Toole), Jimmy Dean (Willard Whyte), Bruce Cabot (Burt Saxby), Denise Perrier (Marie), Bruce Glover (Mr. Wint), Putter Smith (Mr. Kidd), Norman Burton (Felix Leiter), Joseph Furst (Dr. Metz), Laurence Naismith (Sir Donald Munger), Bernard Lee (M), Desmond Llewelyn (Q), Lois Maxwell (Miss Moneypenny), Sammy Davis Jr. (El mismo), Burt Metcalf (Maxwell), Leonard Barr (Shady Tree), Margaret Lacey (Mrs. Whistler), Joe Robinson (Peter Franks), Donna Garratt (Bambi), Trina Parks (Pluto)

Director: Guy Hamilton – Argumento: novela de Ian Fleming – Guion: Richard Maibaum y Tom Mankiewicz – Fotografía: Ted Moore – Música: John Barry – Canción del título: Shirley Bassey – Director artístico: Ken Adam – Montaje: Bert Batesy John W. Holmes – Efectos visuales: Albert Whitlock y Wally Veevers – Productor asociado: Stanley Sopel – Productores: Harry Saltzman y Albert R. Broccoli

119 min, No rating, Color – Nominada – 1971 – 44th Academy Awards – Efectos de sonido – Diamonds Are Forever – Gordon K. McCallum, John Mitchell, Alfred J. Overton – 17/12/1971: estreno mundial en el De Mille, Nueva York.

‘Diamonds are Forever’

El tesoro británico sospecha de una vasta operación de contrabando de diamantes que se origina en Sudáfrica. Pero las piedras no aparecen aún en el mercado. James Bond es enviado a desmantelar la operación, y se hace pasar por un contrabandista llamado Peter Franks. Lo que 007 terminará descubriendo es que la cabeza de la organización es un misterioso magnate de Las Vegas, que vive recluso en el penthouse de su fastuoso hotel casino. Y que en realidad, es su archi enemigo, Ernst Stavro Blofeld, quien ha secuestrado al millonario y ha utilizado sus instalaciones industriales para lanzar un láser gigantesco al espacio – construido con diamantes – y pedir cuantiosos rescates a cambio de sus demandas.

El regreso de Connery

Este es el primer regreso de Connery al personaje que lo llevara a la fama. Después tendría un regreso no oficial en ‘Never Say Never Again’.

Históricamente, esta película sucede a ‘On Her Majesty Secret Service’, que había culminado en el más flojo Box Office de la serie hasta ese momento. Entre cambios dados al personaje, la falta de calidad actoral de George Lazenby, atrocidades varias dichas por éste fuera de la pantalla, y la larga sombra de Sean Connery pesando sobre el australiano, no resultaba extraño que OHMSS fuera un fiasco en la taquilla, aún cuando se trata de una de las mejores películas de la saga.

 

Dada la situación del momento, United Artists demandó a Broccoli y Saltzman a que trajeran de regreso a Connery, a cualquier costo. Ello concluyó en abonarle un sueldo astronómico para la época (1.25 millones de dolares), que Connery donó a una fundación de ayuda infantil escocesa, más una participación en las ganancias del filme, y la opción de filmar dos películas al gusto de la estrella (que serían The Offence The Anderson Tapes). Lo cierto es que Connery estaba harto del personaje, del encasillamiento, de los largos períodos de filmación y promoción, y fundamentalmente, del acoso de paparazzi y periodismo en general, que le daban un grado cero de privacidad.

Un guion diferente

La situación para ‘Diamonds Are Forever’ es compleja y resultó siendo un producto que pueda pasar desapercibido en la saga. El tono del filme es mucho menos serio que todas las películas anteriores. Además, Broccoli y Saltzman querían exorcisar los demonios del desastre que fue OHMSS, creando una cinta desconocida a lo anterior. Para no escatimar en medios, se volvió a llamar al director de ‘Goldfinger’, Guy Hamilton; y en un momento, uno de los borradores del guion trataba sobre un hermano gemelo de Goldfinger y sobre el secuestro de submarinos mediante un súper carguero. El proyecto inicial quedó en la nada, y la trama del carguero fue reciclada años más tarde en ‘The Spy Who Loved Me’.

Aun así, el proyecto derivó en la opción natural de darle una conclusión a la historia de Blofeld, una trilogía que culmina aquí y que había comenzado en ‘You Only Live Twice’. No sólo para dejar cabos sueltos con ‘OHMSS’, sino también para concluir con cualquier problema legal que – ya comenzaba a dar muestras – brindara Kevin Mc Clory. Repasemos: Mc Clory era un director de cine que a fines de los 50 estuvo asociado con Ian Fleming para desarrollar un proyecto fílmico para 007, y había resultado en el argumento que sería la base de ‘Thunderball’.

Otra idea

Dejando de lado la continuidad con OHMSS, la cinta resulta muy entretenida, si bien hay bastantes incoherencias en el guion. Uno de los cambios que incluye es el ya mencionado regreso de Blofeld y Spectre, cuando la trama original de la novela trataba de Bond involucrado con la mafia italo-americana. El contrabando de diamantes, los asesinos gays Wint y Kidd, Tiffany Case … provienen del libro, pero la amenaza mundial por el satélite con un láser de diamantes es nuevo, y parece no cohesionar mucho con el resto de la trama. Es más, mientras Bond está en la organización, no queda claro de por qué ésta comienza a eliminar a todos sus contactos.

‘Diamonds Are Forever’ tiene sus defectos, y es generalmente considerada como el filme más flojo de Connery en la serie. Pero hay otras cosas que gustan al seguidor de Bond: una canción con Shirley Bassey emulando a ‘Goldfinger’, hay mucha acción, la banda sonora de John Barry, y tiene un tono más light y entretenido que las anteriores. Connery se ve viejo y más gordo, pero se disimula mejor el aplique capilar, e incluso parece estar más a gusto en el papel. Una de las cosas que transpira el film es un buen ambiente en el set, y todos a gusto con la filmación.

El sello de Connery

Pero Connery es realmente Bond, sea interpretándolo lineal o jugando con el personaje, como en este caso. Por ejemplo, la persecución en buggy lunar, que roza ciertamente lo ridículo, pero que ha veces es normal en algunas escenas de la saga. En general, buena parte del filme parece emular las persecuciones con destrozo masivo de autos, muy propio del cine americano, aunque en esos momentos estaba en pañales. Mención aparte merece el histórico error de la persecución en Las Vegas, cuando el Mustang rojo entra a un callejón sin salida en dos ruedas, volteado hacia la derecha y saliendo en sentido contrario (error que recién percibieron en post-producción y que corrigieron con el auto girando de un lado a otro en medio de un callejón estrecho (!)).

Hay muchas joyas en la película, y buena parte de ellas, son gracias al carisma de Connery para lidiar con el personaje. La escena de la pelea entre Bond y el real Peter Franks es antológica, y nos recuerda la salvaje pelea con Red Grant en ‘From Russia With Love’. La mencionada persecución en Las Vegas, la letalidad de los asesinos gay, la confrontación con Blofeld en el penthouse o la pelea con Bambi y Thumper, cuando 007 va a rescatar al millonario secuestrado.

La chica Bond

Como contraparte a Connery, tenemos a Jill St. John. Otra vez, uno de los puntos más criticados de la película. Pero St. John derrocha simpatía, y si bien no es una Bond girl memorable. Hay muchos cambios de peinado y vestuario, y el filme en sí desprende un aire más pop y de cómic que en otras entregas anteriores. Como suele haber en los filmes americanos, St. John juega aquí su papel.

Blofeld

Un muy flojo Blofeld es el papel que interpreta el actor Charles Gray, reciclado desde ‘You Only Live Twice’ ahora como Blofeld. Gray resulta obviamente gay, y parece que la elección se basó en el tono que ya incluía la aparición de los asesinos Wint y Kidd. Es un Blofeld ciertamente más blando, y al parecer nadie – salvo Donald Pleasence en ‘You Only Live Twice’ – pudo dar en la tecla de cómo interpretarlo de modo siniestro. Incluso el Blofeld de Telly Savalas (en OHMSS) es algo vulgar, más parecido a un matón mafioso que a un genio criminal.

Concluyendo

Primer regreso de Connery. Hay un ambiente festivo, y mucha imaginación desbordada en la historia, aunque le falta más cohesión al desarrollo de la misma. Muchas imágenes perdurables, pero el tono en general es más liviano y cómico que entregas anteriores.

Fuente: SSSM 

Escenas del filme