Sábados de espías: Matt Helm en ‘The Wrecking Crew’ (1969)

Como es habitual en nuestro portal de Bandas Sonoras, los sábados dedicamos un espacio para hablar de esas películas de espías que tuvieron un importante éxito gracias a la franquicia de James Bond y el fenómeno de la Bondmanía en la década del sesenta. El turno es ahora para la película  ‘’The Wrecking Crew’’  realizada en 1969, con la actuación de Dean Martin en su rol de Matt Helm.  Sábados de espías: Matt Helm en ‘The Wrecking Crew’ (1969)

Ficha técnica

USA, 1969: Dean Martin (Matt Helm), Nigel Green (Conde Massimo Contini), Elke Sommer (Linka Karensky), Sharon Tate (Freya Carlson, MI5), Nancy Kwan (Wen Yu-Rang), Tina Louise (Lola Medina), John Llarch (Mac Donald)

Director: Phil Karlson – Productor: Irving Allen – Productor Asociado: Harold F. Kress – Guionista: William P. Mc Givern sobre novelas de Donald Hamilton – Musica compuesta por Hugo Montenegro

105 min, No rating, Color

‘The Wrecking Crew’

Un tren cargado con un billón de dólares en lingotes de oro es robado en Dinamarca. ICE enviará a su agente Matt Helm a investigar, mientras que el Mi5 británico despachará a Freya Carlson para que actúe como apoyo del espía. Pero, ni bien llega a tierras danesas, Helm se convierte en un blanco móvil de los secuaces del Conde Massimo Contini, autor del robo. Y mientras se encuentra en negociaciones con los principales gobiernos del planeta – ya que manipular el cargamento de oro puede desbalancear la economía mundial -, el Conde enviará a su secuaz Wen Yu-Rang a despachar a la pareja de espías.

Matt Helm

The Wrecking Crew es la cuarta y última entrega de la serie de parodias de espías de Matt Helm, que Dean Martin filmara entre 1966 y 1969. La serie se basa muy superficialmente en la obra literaria del autor Donald Hamilton, limitándose a tomar una o dos ideas, con los títulos y los nombres de algunos personajes. En este caso, se toman conceptos de dos novelas de Hamilton; pero mientras The Wrecking Crew literariamente trataba de Helm cazando a un cerebro criminal en Suecia – de nombre Caselius, como el personaje de Albert Salmi en The Ambushers -, acá se inventa un robo billonario de lingotes de oro que pone en peligro a la economía mundial. Y a pesar de tomar ideas de dos libros, ni aún así se obtiene un guion medianamente decente, o siquiera un filme entretenido.

La última de la serie

La serie de películas de Matt Helm es, en el más optimista de los casos, mediocre destacándose el desfile de bellezas en el casting de las cuatro películas que podrían superar a la saga de Bond. Solo el encanto de Dean Martin permite sobrellevar estas películas con presupuestos muy limitados que buscaban simplemente entretener y buscar importantes ingresos por taquilla. Así como resulta obvio que la serie Matt Helm está filmada de la manera más light y con esto constituyen su mayor encanto. Un entretenimiento descerebrado que provoca carcajadas involuntarias y que el público aceptaba.

El problema

Pero el principal problema de The Wrecking Crew es que tiende a podar los excesos y atrocidades varias que caracterizaban a la serie, e intenta ponerlo en caja. En ese sentido, el filme es una paradoja: técnicamente es mucho mejor que las películas anteriores pero no como espectáculo. Por ejemplo, las peleas son excelentes si las comparamos con el resto de las entregas, aunque no faltan ni los planos mal sincronizados donde el puño pasa a dos metros de la cara de otro, o las escenas donde resulta obvio que son dobles.

Bruce Lee

Buena parte de esta mejora corresponde a que en el guion figura una pandilla oriental como aliada del villano y a la coreografía de Bruce Lee que hace un trabajo de asesoría impresionante, haciendo que gente fuera de estado físico pelee artes marciales con cierta decencia. La edición también está más cuidada – ya no se ven planos de una misma escena alternado entre exteriores y estudios, que era un trade mark del anterior director de la serie Henry Levin -; y el presupuesto en general se ve mejor manejado – al menos los escenarios de cartón pintado se disimulan mucho mejor -.

Cansancio?

Pero si bien la factura es buena – o mejor que los filmes anteriores -, el problema pasa por el lado creativo. Parece que todo el mundo, a esa altura, se encontraba harto de la serie. Para empezar por el propio Dino, que luce terriblemente viejo y cansado. Si bien es conocido que Dean Martin hacía de sí mismo un personaje – era un hombre que tomaba moderadamente pero gustaba de dar la imagen de bebedor empedernido -, en esta película luce realmente como si estuviera borracho. Arrastra las palabras, entrega las frases sin gracia, se limita la mayor parte del tiempo a gesticular. Ciertamente Martin es un actor capaz, y un tipo dotado para la comedia, pero en The Wrecking Crew parece un sonámbulo en su papel.

Un guion mal construido

También es cierto que el guión es mal construido que poda inmensamente los malos chistes sexistas que pululaban en entregas anteriores. El problema es que sin chistes malos ni ideas locas, la película pierde personalidad. El argumento es muy flojo, y como comedia tampoco funciona. No inventa situaciones cómicas, por el contrario sigue una linea argumental demasiado recta y medida. Tampoco queda claro por qué el Conde roba el cargamento, no desaparece con él, y permite a Helm llegar a Dinamarca. Del mismo modo no es explicado como ICE – la agencia de espionaje para la cual trabaja Helm – sabe de antemano que Contini es el autor del robo, ni por qué.

Actuaciones

El nivel de actuaciones es bastante decente: Nigel Green le brinda dignidad a su villano, Nancy Kwan despliega su encanto como la secuaz china, John Llarch reemplaza sin gracia a James Gregory como jefe de Matt Helm. Chuck Norris aparece muy fugaz como un esbirro de Contini en la pelea en el bar. Pero sin duda el mayor mérito del filme es la participación de la malograda Sharon Tate como la agente británica Freya Carlson. Es un clon del personaje de Stella Stevens en The Silencers, y la que salva la nota: su trabajo es realmente bueno, y la dupla con Martin funciona muy bien.

Conclusión

Ultima entrega de la serie Matt Helm. Todo demasiado medido, lo que es malo para una comedia (incluso para una mala comedia). Un guionista sin ganas de armar una trama básica. Hasta Dino luce cansado; las peleas y algunos detalles técnicos son mejores, pero salvo las apariciones del personaje de Sharon Tate – la única que pone ganas en el elenco -, que salva al filme en toda su magnitud.